Los efectos del ciberacoso:
Mentales: sintiéndose molesto, avergonzado, estúpido, incluso enojado.
Emocionales: sintiendo vergüenza o perdiendo el interés en las cosas que amas.
Físicos: cansancio (pérdida de sueño) o síntomas como dolores de estómago y de cabeza.
El ciberacoso puede afectarnos de muchas maneras. Pero se puede superar y las personas pueden recuperar su confianza y su salud. Si crees que estás sufriendo acoso, el primer paso es buscar ayuda de alguien en quien confíes, como tus padres, un familiar cercano u otro adulto de confianza como tu profesor favorito.
Si no te sientes cómodo hablando con alguien que conoces, busca una línea de ayuda para hablar con un consejero profesional. Puedes llamar, por ejemplo, al teléfono de ayuda a niños y adolescentes de la Fundación ANAR.
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